Si bien no es imprescindible tener un entrenador para realizar cualquier actividad deportiva, es recomendable. Especialmente si te estás iniciando en el mundo deportivo, si eres un deportista profesional o necesitas alcanzar un objetivo concreto (como unas oposiciones).

Las ventajas de tener un entrenador son muchas: 

• Dejarás de preocuparte por las lesiones ya que tu entrenador deberá conocer la técnica y la postura correcta para cada ejercicio. 
• Obtendrás resultados más rápidos ya que el entrenador intensificará, dentro de lo posible, todo lo necesario.  
• Mayor motivación, puesto que parte de su trabajo es mantener intacta la motivación. 
• Evitarás el aburrimiento y la monotonía ya que tu entrenador deberá de encargarse de que los ejercicios sean variados y entretenidos. 
• Deberás comprometerte con tu rutina de ejercicios ya que tu entrenador estará en el lugar y hora acordados.

Lo más importante es que tenga la formación necesaria para ejercer esta profesión, lo ideal es que tenga una titulación en ciencias de la actividad física y el deporte y experiencia previa que respalde su trabajo. 

Sin embargo, no todos los entrenadores personales son expertos en todas las materias. Si estás buscando mejorar en una modalidad deportiva en concreto, busca entrenadores personales especializados en dicha disciplina.